Por Greg Goodell, DVM
Si alguna vez ha visto un programa de televisión sobre delitos, ha oído que alguien ha sido exonerado por un delito mediante una prueba de ADN o se ha sometido a una prueba médica para identificar el patógeno con el que estaba lidiando, es probable que Prueba de PCR se usó.
Pruebas de PCR para el diagnóstico de salud animal
La técnica de amplificar rápidamente pequeños fragmentos de ADN, llamada reacción en cadena de la polimerasa, se desarrolló en 1983 en los Estados Unidos. Desde entonces, las pruebas de PCR han revolucionado el trabajo realizado en el campo de la criminología forense, las investigaciones arqueológicas, la medicina y, más recientemente, la sanidad animal. Gracias a los resultados extremadamente precisos y rápidos, la PCR en tiempo real se ha convertido en un punto de inflexión en el diagnóstico. Basta con recordar el inicio de la COVID-19 hace unos años. Las pruebas de PCR eran el «estándar de oro» para la detección precisa del virus de la COVID-19.
Hoy en día, las pruebas de PCR también se utilizan en el diagnóstico de la salud animal. La PCR se puede usar para analizar muestras de leche, sangre, saliva y tejido. Los usos van desde identificar una enfermedad infecciosa para prevenir su propagación, hasta identificar y eliminar del rebaño a los animales infectados de forma persistente y, especialmente, para la identificación rápida de la mastitis por micoplasma.
Los resultados están disponibles en horas en lugar de días con las técnicas de cultivo tradicionales. La PCR también puede detectar infecciones en forma temprana, con frecuencia antes de que aparezcan los signos clínicos. Si comparamos esto con las muestras «sin crecimiento» de una muestra de cultivo tradicional, es fácil darse cuenta del valor que las pruebas de PCR aportan a la industria ganadera. Otra ventaja de la PCR es que se puede utilizar para analizar muestras individuales de vacas o de tanques a granel.
Las muestras pueden ser frescas, congeladas o conservadas. Incluso si una vaca ha sido tratada con antibióticos, la PCR se puede utilizar para determinar el patógeno exacto y garantizar que se esté utilizando el tratamiento correcto. El tratamiento dirigido nos permite eliminar los patógenos de manera eficiente y minimizar la propagación de la enfermedad y las pérdidas económicas que ello conlleva. Lo único negativo de las pruebas de PCR es el mayor costo en comparación con el cultivo. Es por eso que debe usarse de forma selectiva. Úselo cuando la velocidad sea necesaria para identificar y contener una enfermedad o para detener la propagación de una enfermedad. Por ejemplo, un brote de mastitis por micoplasma en su rebaño puede contenerse rápidamente mediante la PCR para su detección.
En El laboratorio de la Autoridad de Productos Lácteos, la PCR se usa comúnmente para identificar la BVD, la A2 (beta caseína) y el micoplasma. Estafilococo áureo y estreptococo. Ag. Mastitis. También se puede detectar rápidamente con la PCR, sin embargo, el cultivo puede detectar estas dos últimas casi con la misma rapidez. Cuando se sospecha la presencia de micoplasma, las pruebas de PCR permiten identificar las seis especies más comunes de micoplasma.
Hable con su veterinario sobre cuándo se deben usar las pruebas de PCR y el valor que aporta a su plan de manejo de la salud del ganado. La PCR es otra herramienta que le ayudará a mantener a sus vacas sanas y productivas durante los próximos años.
Si desea obtener más información sobre las pruebas de PCR, comuníquese con su veterinario de la TDA o El laboratorio de la Autoridad de Productos Lácteos.